La cocina latinoamericana es un tipo de gastronomía muy popular a nivel mundial, llena de colores, sabores y olores increíbles que le dan un toque muy especial a las comidas y dependiendo del país que visites para disfrutar de sus platillos, podrás encontrar una amplia diversidad de ellos. Pero en definitiva hay un tipo de alimento que podrás encontrar en común en la alimentación de cada país y el cual no falla, hablamos del Maíz, ese grano básico con el cual hacemos múltiples platillos y del cual encontramos diferentes tipos.
El maíz, conocido científicamente como Zea Mays, popularmente se le llama choclo en muchos países latinoamericanos, es una de las gramíneas más cultivadas y consumidas de todo el mundo pero mayormente en este lado del charco. Este jugoso cereal es una excelente fuente de energía cuando está tierno, y también cuando se consume en seco, en forma de harina de donde se hacen las tradicionales tortillas o los tamales. La versatilidad del maíz es una de sus cualidades más conocidas y por las cuales es de los grandes favoritos.
En fresco, la mazorca se puede comer como una verdura, siendo uno de los complementos más apetecidos y fancys que se reparten en los restaurantes, mientras que los granos secos se consumen en forma de harina, principalmente. La harina de maíz, al no contener gluten, es una buena alternativa a la harina de trigo a la hora de hacer panes y dulces. Las formas en las que se puede disfrutar de este versátil grano no es únicamente de las ya mencionadas sino que también como en copos de cereal, sémola, polenta y también en la favorita de los niños, las palomitas.
Si el maíz tuviera una nacionalidad o pasaporte, América sería el continente que lo representa ya que este grano es originario de por estos lares, se consume en nuestras tierras desde hace aproximadamente 7,000 años cuando pueblos Nómadas aprendieron a cultivar el maíz silvestre, fue símbolo de adoración para los Incas ya que tuvieron en este cereal su principal fuente de riqueza. El maíz, si se consume tierno, tiene un alto porcentaje de agua y principalmente azúcares, que le dan un sabor dulce. Esta composición lo hace bastante ligero: aporta solo 86 calorías por cada 100 gramos, es además un cereal muy nutritivo.
El maíz natural, ya sea fresco o seco, tiene importantes propiedades para la salud del organismo. El maíz es aportador de fibra que ayuda a mejorar el estado de la microbiota y la flora intestinal. Entre sus carbohidratos encontramos azúcares y almidones siendo los azúcares son los que dan el toque de dulzor al maíz y su proporción va disminuyendo al irse secando el maíz, pues se van transformando en más almidón. Pero el hecho de que posea almidones y azúcares no lo hace peligroso para el consumo de personas diabéticas, siempre y cuando estos no excedan la ración apropiada, claro está.
Su consumo también influye positivamente en nuestro estado de ánimo, concentración, sueño y memoria gracias a sus excelentes aportes de vitamina B1, B3 y ácido fólico. Otra de las propiedades del maíz es que conserva la vitamina C: una ración de 100 g puede llegar a procurar más del 10% de la que se precisa al día y además es el único cereal que aporta provitamina A. También proporciona la antioxidante vitamina E. Sin embargo, uno de los problemas que plantea el maíz es que sus proteínas son deficitarias en varios aminoácidos, como triptófano y la lisina, por lo que para aprovecharlas mejor conviene combinar el cereal con alimentos como las legumbres.
Es así como este cereal se ha vuelto tan importante para nuestra alimentación y eso que solo hemos mencionado una pequeña parte de todo lo que este nos aporta, sin duda alguna es un alimento esencial en nuestra dieta. Cuéntanos tu opinión en la sección de comentarios.
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