Los efectos de cocinar con leña: ¿Influye de alguna forma en el sabor de los alimentos?

El cocinar con leña es una técnica de cocina de lo más antigua porque en tiempos pasados, el cocinar era una tarea bastante difícil, no se contaba con toda la modernidad que tenemos hoy en día. Antes la cocina estaba limitada a pequeñas fogatas u hornillas con piedras mientras que hoy contamos con estufas de gas o eléctricas, con parrilla o cerámica, hornos incorporados, muchos productos eléctricos como licuadoras, batidoras, tostadoras, procesadores, etc, todos estos implementos que hacen la tarea de cocinar muchísima más sencilla en comparación con la de la antigüedad.

Es así como el cocinar con leña ha estado presentes en las cocinas de todo el mundo por muchísimo tiempo y aun en la actualidad se siguen usando. Pero a pesar de ello, cada país o región tiene sus propias formas de cocinar con este material, tienen sus propios tipos de madera y estos se utilizan para diversos tipos de preparaciones. Por ejemplo, en México se usa mucho para la cocina de carnes fuertes, tortillas y hornear pan, mientras que en Italia se usa para darle un toque distinto a las pizzas. El motivo principal de cocinar platillos con leña es de agregar un delicioso toque ahumado a las comidas.

Importancia de cocinar con leña.

Ya dijimos que la leña influye mucho en el sabor, que le da un toque mucho más robusto y redondo a cualquier tipo de producto y esto es algo que la  universidad muy preciada. Cuando se cocina con madera se crea una combustión que desprende ciertos aromas a tus alimentos: vainilla, clavo y especias fuertes como la pimienta, siendo esto lo que crea un aroma y sabor espectacular a tus alimentos. La temperatura transforma los componentes de la madera provocando que el azúcar de la misma, aporte cierto dulzor y jugosidad a tu carne o proteína.

Mientras que el humo de leña disminuye el crecimiento de microbios en tus alimentos y causan un efecto casi desinfectante o almenos eso es lo que afirman los expertos en química alimentaria. Pero hay una regla de oro que se debe de tomar en cuenta siempre y es que la clave es controlar el fuego, debes de ser sumamente cuidadoso con la flama y su intensidad, e ir monitoreando cada movimiento, de lo contrario podrías ahumar de más tus alimentos lo que provocaría un sabor amargo y no muy agradable en tu comida.

Tipos de leña y sus usos.

Existen un sinfín de maderas que se pueden utilizar para cocinar, pero en su mayoría son el roble, el mezquite y el manzano los que probablemente sean más comunes al momento de cocinar. Cuando la combustión de la madera empieza a soltar el humo, este impregna la comida de un sutil pero delicioso sabor y aroma ahumado que tanto fascina y el cual se ha implementado en la actualidad en grandes cadena de restaurantes, incluso aquellos con estrellas Michelín.

• El Roble:

Posiblemente es el más común para cocinar a la leña, este aporta un sabor casi dulce a la preparación, es súper aromático y por eso lo puedes utilizar prácticamente en todo, es la madera “universal” para cocinar por excelencia.

• Mezquite:

Funciona muy bien para carnes fuertes como cordero, conejo y venado, le aporta un sabor extra al ahumado de tu carne. Puedes poner unos cuantos trozos junto al carbón encendido y de inmediato empezara a soltar ese gustoso humo que tan buen sabor aporta.

• Manzano:

Brinda un sabor suave y afrutado a tus platillos por lo que funciona muy bien para preparar pollo o carnes más blancas. Pero si eres de gustos afrutados, puedes agregarlo a cualquier preparación que tu desees. Su sabor te encantará.